Actúan: Yanina Gruden y Luciano Ricio

Escenografía: Elisa Sánchez

Vestuario: Merlina Molina Castaño
Realización de Vestuario: Nelly de Carli
Iluminación: Julio A. López
Música: Pix Gregen (Ignacio Llobera - Santiago Johnson)
Presentadora: La Chola Power
Voz en Off: Gerardo García Frkovich
Diseño Gráfico: Gabriel Jofré
Asistencia peruana: Kati Montes - Tania Ruiz
Producción Asociada: María Solari
Asistencia de Dirección: Mariangeles Bonello

Dramaturgia y Dirección: Mariano Tenconi Blanco



2da Temporada

Domingos a las 21 hs.

ELEFANTE Club de Teatro
Guardia Vieja 4257. Ciudad de Buenos Aires.

Reservas al 4821 2136

Esta obra formó parte del ciclo EL PORVENIR (teatro sub30)

agradecimientos: alejandro tantanian, club defensores de bravard, el porvenir, efímero, club cultural matienzo, elefante club de teatro, nahuel cano, los muchachos de la casa de carranza, federica presa, manuel heredia.

lunes, 18 de junio de 2012

Crítica del diario La Nación


Comedia dramática

Lima Japón Bonsái

Una obra, con acentos románticos, para ver a corazón abierto y sin perderse detalle
Por Moira Soto  | Para LA NACION
 
 
Texto y dirección: Mariano Tenconi Blanco / Con: Yanina Gruden y Luciano Ricio / Música: Pix Gregen (Ignacio Lovera y Santiago Johnson) / Presentadora: La Chola Power / Escenografía: Elisa Sanchez / Vestuario: Merlina Molina Castaño / Iluminación: Julio A. Lopez / Sala: El Elefante / Duración: 45'.
Nuestra opinión: muy buena
"L'amour est à reinventer", proclamaban desde los grafitis los estudiantes de aquel mayo francés, apropiándose de esa frase de Rimbaud que no necesita traducción. Mariano Tenconi Blanco, retomando acaso sin proponérselo ese movilizador concepto, ha creado una obra singular que se atreve a reivindicar el amor romántico que subvierte los valores conformistas y las convenciones sociales, al poner en escena la pasión fulgurante como gesto revolucionario que no les teme ni a las prohibiciones ni a la muerte. Este joven autor (1982) ya había presentado en 2011 la notable Montevideo es mi futuro eterno, primera entrega de un ciclo infiltrado por el amor, la política y la música, con llamativa libertad para conjugar géneros y notable amplitud de recursos.
Lima Japón Bonsái reescribe una acción del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru que tuvo lugar en 1996 en la capital de Perú: la toma por 125 días de la mansión del embajador de Japón que culminó con la muerte de todos los guerrilleros involucrados. Tenconi lo hace desde un lugar marginal, ficcional y, como reza el título remarcando ausencia de toda presunción, bonsái. Un bonsái que alcanza grandeza gracias al refrescante talento del autor y director, al inusual lirismo que irradia y a la particular manera de combinar, revalorar y aliar lo antiguo y lo moderno, lo clásico y lo popular, lo peruano y lo japonés, la comedia y la tragedia con un grado de decantación que denota el fuerte compromiso con que fue encarada la elaboración de este proyecto, tan felizmente llevado a término.
Como otros amantes que en las artes y en la vida han sido -Romeo y Julieta, Tristán e Isolda, Abelardo y Eloísa, Dante y Beatriz.-, Izumo, hija del embajador nipón, y Ollantay, el campesino simple que la secuestra impulsivamente, viven un breve romance imposible. La rica y cultivada quinceañera y el joven inocente que quiere hacer méritos por su cuenta para el MRTA tienen un primer encuentro forzado, chocan, intercambian, se enamoran ensayando una obrita que escribió ella inspirándose en Chikamatsu Monzaemon (1653-1725, conocido como "el Shakespeare japonés") acerca de amantes suicidas, hacen el amor al ritmo de una acongojada y significativa canción de Chabuca Granda -"Las flores buenas de Javier"-, después de que Ollantay haya entonado un tema de cumbia chicha.
Así son las cosas en esta cautivadora obra que bebe desprejuiciadamente, creativamente en fuentes tan diversas como el drama incaico Ollantay, el cine erótico japonés del subgénero Pinku Eiga, la obra del citado Monzaemon (autor de Los amantes crucificados, bellamente llevada al cine por Kenji Mizoguchi en 1954), Wendy Sulka y La Tigresa de Oriente, la estética y el ritmo acelerado del animé, el kabuki y el noh. El resultado es una fusión admirablemente destilada que además se apoya en una laboriosa investigación de los diferentes lenguajes y acentos de los protagonistas, encarnados en estado de gracia por Yanina Gruden y Luciano Ricio, quienes con mucho desenfado visten las acertadas prendas diseñadas por Merlina Molina Castaño y se suben con total naturalidad a ese autito deliciosamente pintado por la artista Elisa Sánchez -en verdad, una caja rectangular que cumple múltiples funciones, con o sin tapa- bajo las luces cambiantes en color e intensidad de Julio A. López. Una obra para ver a corazón abierto, sin perder un detalle del texto, las puntuaciones musicales, los objetos escenográficos (binoculares, celular, compactera) con evidente aspecto de juguetes algo toscos. Menos la espada que prefigura y sella el destino de los jóvenes amantes.

miércoles, 25 de abril de 2012

jueves, 8 de diciembre de 2011

¡Hasta la vuelta!

gracias a todos y todas los que hicieron posible LIMA.
elisa, julio, merlina, los músicos: santi e iña, maría, gaby, la chola power, kati, y por supuesto lucho, yani y angie.

¡Hasta la Vuelta!

final de temporada

son las 2 AM.
mañana (hoy) es la última (doble) de Lima Japón Bonsai. me siento en la obligación de escribir algo, y no sé qué. escucho calle 13. hace 5 días tocaron en perú. pienso que no quiero escribir algo meloso como despedida. pienso que no quiero escribir una despedida. pienso que no es una despedida.
¿por qué me pasa lo que me pasa con esta obra? tampoco lo sé. estoy llenando el texto de preguntas. en verdad no. fue la primera pregunta. intento responderla. ahora.
Lima es una obra de actuación. todo, todo: chikamatsu monzaemon, la relectura de romeo y julieta, la puesta en abismo, el harakiri femenino, el Movimiento Revolucionario Tupac Amarú, la cumbia chicha, los besos en la boca, todo todo todo es un pretexto.
la obra es una obra de actuación.
pienso: esta afirmación me vuelve a poner a riesgo de la despedida lacrimógena horrorosa que quería evitar.
no me importa.
decir "la obra es una obra de actuación" es político.
decir "no me gusta la realidad" es político.
no quiero una obra documental. no quiero un tipo de la vida real ahi sentado. eso está vaciado de contenido político. la realidad ha sido apropiada por el discurso del poder: la tele, los diarios, el status quo. la realidad es el sistema. la realidad es lo que hay.
yo creo en la ficción.
decir "yo creo en que la ficción" es político.
la revolución y el amor: sólo hacemos teatro. sólo hacemos obras de teatro. no hacemos la revolución.
pero los actores creen como creen los amantes. los actores actúan con hambre de obreros.
decir "yo creo en los actores" es político.

ficción.
eso es lo importante.
mañana se termina Lima. al menos Lima en 2011.
no sé si se mucho.
no sé si puedo decir mucho.
no sé si tenía que decir algo.
no sé si tenía algo que decir.

¡gracias a Luciano y a Yanina!

eso es un buen final de texto.
eso es todo lo que tenía que decir.

Canción de Tiempo Nuevo

sábado, 19 de noviembre de 2011

Afecto

Pasé bastante tiempo sin escribir el blog (¿el blog, o en el blog? Ya ni sé como referirme al hecho). Casi, casi, diría que luego del estreno no hubo mucho más por decir. Estoy tentado a decir que es porque ahora habla la obra, sí, queda bien, digo eso. Pero no sé si es por eso. No es demasiado estratégico lo que hago; escribo por impulsos en el blog. Hoy es sábado al mediodía. Las funciones venían siendo cada vez mejores. La de ayer no fue la excepción: fue muy buena, y nos hace creer eso de que “sale cada vez mejor” (hace varias semanas ‘la última fue la mejor’, una frase que me encanta). De todos modos, no fue tan extraño ni tan sorpresivo. Salió muy bien, sí, como venía saliendo, como tiene que salir. Así y todo, experimento una especie de alegría calma (cosa extraña, en general mis estados de alegría son algo turbulentos). Tengo un vínculo con la obra que se parece al romance.  Pero como una especie de romance maduro, como una superación del romance. Hay algo de esa fugacidad impúdica de la obra que me deja como un eco. Y no estoy hablando de “la obra”, no, es espantosa privacidad lo que escribo; total hace mucho que no escribía nada así que puedo poner lo que quiera. Hay algo muy fuerte en LIMA, y es lo que circula entre nosotros. ¿Por qué pasa eso? No lo sé. ¿Cómo se logra? Tampoco. Pero es ese algo parecido al romance. ¿Podré conseguirlo para las próximas obras? Ojalá. Hay muchas cosas que no entiendo, y que funcionan. El vínculo entre nosotros es romántico e idealista, medio de 5to año, y entonces todo tiene un peso, pero un peso liviano, alegre, una especie de militancia de viaje a Bariloche, algo solemne y tonto a la vez. ¿Es este romance teen lo que hace que salga cada vez mejor? No creo. Pero sí creo que definitivamente hay algo del vínculo del grupo que va guiando el pulso del trabajo. Y el extraño, indefinible y simbiótico vínculo del grupo en LIMA nos está siendo de muy buena brújula. ¿Hacia dónde? Nunca lo sé. Hay muchas cosas que no sé. Ni siquiera porqué decidir volver a escribir en este blog (sí, queda mejor decir “en el blog”, escribir el blog suena raro).